Hoy, 4 de mayo, hemos celebrado el Día de la Misericordia,
nuestra patrona.
Ha sido una celebración muy especial porque,
por primera vez desde hace dos años,
la Capilla de Mater se ha vuelto a llenar de vida
y de música,
gracias a la participación del coro
y a la presencia de personas representantes
de los diferentes servicios.

La jornada ha empezado con el pregón de
Sor Margalida Mateu.
«Hoy es el día que todas las hermanas
que formamos la familia de las ‘Hijas de la Misericordia’
celebramos nuestra fiesta.
Por el mismo motivo, todas las personas que formamos
la gran familia de Mater
evidentemente también estamos de fiesta. (…)
Este año nos hemos centrado en el objetivo
de convertir nuestra fiesta
en el día de dar las gracias«.

Así ha dado el ‘sus’ Margalida
a la celebración de la Misericordia,
que ha continuado con varias lecturas
intercaladas por las actuaciones del coro.
La segunda comparecencia ha sido la de Emperatriz ,
que, como representante del servicio ocupacional
ha leído unas palabras de agradecimiento.

Después Maite Sánchez, en representación de Atención Temprana,
ha leído unas plegarias de agradecimiento a la naturaleza y a quienes amamos:
Plegaria por quien amamos Padre, te doy gracias por los padres, por los hermanos, por los abuelos y por toda mi familia. También te quiero dar las gracias por los amigos y los maestros de la escuela. Ayúdame a hacerlos felices, ayudándolos en todo aquello que yo pueda hacer. Gracias, Padre. Plegaria por la naturaleza Gracias por el color de las hojas secas, gracias por el cielo azul y por el mar y la nieve. Gracias por la lluvia y el viento. Gracias por todas las cosas bonitas que veo a mi alrededor. Gracias, Jesús, porque juntos miramos al mundo y porque puedo ser amigo tuyo.

La celebración ha continuado con la intervención de Catalina Rosselló,
secretaria general de las Hijas de la Misercordia
que ha compartido con todos los presentes
el origen y sentido de los ‘conillets’,
los crespells que hace un tiempo regalaban las monjas
como muestra de agradecimiento.
‘Conillets’ que, al finalizar la celebración,
hemos podido almorzar
gracias al equipo de cocina de Mater,
que ha preparado un total de 2700.

Después de conocer el sentido de los ‘conillets’,
representantes de cada servicio han entregado sus ofrendas:
unos corazones en que cada uno de nosotros
hemos escrito nuestros motivos para dar las ‘gracias’.



Para acabar, Bàrbara Mestre, directora general
ha dado las gracias a todas las personas que formamos Mater
y, en especial, en este día de la Madre Misericordia
ha querido recordar a su madre
«por darme un abrazo cada día
desde allá donde estés
y por ayudarme a ser quién soy ahora mismo».

Después de la celebración en la Capilla
profesionales, alumnado y personas usuarias de todos los servicios
hemos podido merendar de ‘conillets’ y zumo.
¡Feliz día de la Misericordia!





