El 14 de septiembre siempre es día de fiesta especial en la Congregación, es fiesta de aniversario. Es día de felicitarnos por la celebración de 166 años de vida de nuestro carisma; años de gracia abundante de Dios, años de fidelidad de Dios a la alianza hecha con nuestros fundadores y mantenida viva y acrecentada, generosamente, día a día, a través de cada hermana que se entrega con ternura a los demás y a través de quienes han asumido el carisma como propio y lo plasman en su ser y quehacer.
Es fiesta de felicitación y es día de gratitud. Agradecimiento inmenso a Dios, que desde el inicio lleva de la mano a la congregación y la acompaña en los lugares donde está presente. Agradecimiento a tantas personas que, a lo largo de estos años, han hecho posible la inmersión de la misericordia en tantas vidas, en diversas geografías y diferentes contextos.

La misma generosidad que movió a los hermanos Ribas– de Pina- a arriesgar y entregar su vida a quienes estaban en situación de mayor vulnerabilidad, en los pueblos de Mallorca, debe seguir impulsando hoy los corazones de toda la familia de las Franciscanas Hijas de la Misericordia a mantener vivo el carisma, con la misma fuerza que lo suscitó.
Os invito a que agradezcamos al Señor todo el bien recibido, fijando la mirada en Aquel que solo entiende de ternura, de bondad, de amabilidad, de empatía, de entrega, de misericordia… y bajo la mirada amable de María, a quien confiamos el resguardo de nuestra congregación.
Un abrazo entrañable,
Alicia García Lázaro. Superiora General