Celebramos el Miércoles de Ceniza haciendo nuestro propio oleato

Con el Miércoles de Ceniza damos inicio a la Cuaresma,
es decir, los cuarenta días de reflexión interior
que finalizarán con la Pascua.

Este año desde Identidad y Pastoral proponemos
materializar este camino de reflexión
haciendo un oleato, un aceite curativo,
que justo necesita 40 días para completar su proceso.

Magdalena Fiol ha protagonizado
la celebración del Miércoles de Ceniza
con unas palabras
que nos invitan a hacer un viaje a nuestro interior,
a comprenderlo mejor,
para vivir una vida en plenitud.

Al final de esta entrada
podrás leer íntegramente
las palabras de Magdalena Fiol
durante la celebración.

Después, Tomeu Rotger y Magdalena Vallori
han explicado qué es un oleato
y cómo lo tenemos que hacer.
Para acabar, representantes de los diferentes servicios de Mater
han pasado por la Capilla para recoger el material necesario
para hacer su aceite curativo.

Sobre los oleatos

Un oleato es un aceite que ha extraído los principios activos de las plantas
mediante un proceso de maceración.
Las plantas medicinales se ponen en maceración
durante 40 días dentro de un aceite vegetal de calidad
y los principios activos de estas pasan al aceite.
Una vez acabado el proceso
se separa el aceite de la planta y este aceite tiene un uso cosmético medicinal,
como por ejemplo el aceite de caléndula.

¿Qué haremos durante la Cuaresma en Mater?

  1. Completamos nuestro oleato
    Apuntamos en la etiqueta de nuestro bote
    las cualidades curativas de la planta medicinal
    que hemos empleado para nuestro oleato. 
  2. Trabajamos las plantas medicinales 
    Durante las próximas semanas
    trabajaremos las plantas medicinales y sus propiedades.
  3. Descubrimos nuestras cualidades curativas 
    Cada semana escribiremos una cualidad curativa
    que esté presente en nosotros
    en la entrada de nuestro espacio
    para, así, compartirla con el resto. 
    Por ejemplo, si a la mayoría del grupo nos representa ayudar a las personas,
    escribiremos en la etiqueta de la puerta: AYUDAMOS A LAS PERSONAS. 

De este modo llegaremos a Pascua
con un oleato hecho por nosotros
y conociendo mejor nuestras propiedades curativas
y las del resto de las personas que formamos Mater.

Buen día a todos.
Recordaréis que el Día de la Paz, el pasado 31 de enero,
representantes de los diferentes grupos pusimos en común las
velas decoradas y los pasos que habíamos dado por la
PAZ. Maria Antònia Fullana nos invitaba a trabajar por
la paz y nos hablaba de la importancia de tener un
corazón tranquilo y un mundo más amable. Ya veis como este objetivo
cobra actualidad por el delicado escenario bélico que estamos viviendo
por la invasión rusa en Ucrania.
Todos nosotros deseamos la paz,
queremos la paz, rogamos por la paz.

Hoy nos encontramos aquí, en la capilla de Mater de forma
presencial, o conectados a distancia, para celebrar unidos
este Miércoles de Ceniza con el inicio de la CUARESMA.
La cuaresma como camino de encuentro con un mismo, con
los otros y con nuestro Buen Padre Dios.

Los 40 días (símbolo de plenitud) que Jesús pasó en el
desierto como proceso de interiorización y de espiritualidad, para
prepararse para iniciar su gran misión, que lo llevó
a la donación total que conmemoraremos en la Semana Santa,
y hasta llegar a su Resurrección en las Fiestas de PASCUA.

Un camino propicio para comprender mejor nuestro interior,
nuestro potencial, para disfrutar personalmente y compartirlo
solidariamente con los otros. Un tiempo de toma de
conciencia, de reflexión, para re situarnos, para revisar lo que convenga
y poder abrirnos a nuestro Buen Padre Dios y los
otros de todo corazón. En definitiva, para llevar «una vida a lo
grande» (como solía decir nuestro querido Toni Vadell), una vida
en plenitud.

El Equipo de Pastoral de Mater nos ha hecho una propuesta muy
interesante y participativa para este proceso, para esta
ruta hasta la Pascua. Hacer la experiencia de poner en contacto, en relación,
el aceite de oliva con las plantas medicinales,
para que sus principios activos se extraigan y
se compartan, para enriquecer sus esencias y
potenciarse mutuamente de sus propiedades. Así
acontecerá un aceite curativo, cosmético y terapéutico.
La relación, la unión, la paz y la armonía que emana del fondo
de nuestro corazón, no solo suma sino que multiplica. La vida
nos lo demuestra.

Ellos nos quieren hacer una demostración en directo de cómo hacer un
aceite con plantas medicinales (oleato).
Y para concluir recordamos que nuestro gran objetivo es
ir dando pasos para sabernos relacionar desde el fondo
de nuestro ser, querer con un amor misericordioso,
entrañable, vivido desde el corazón, desde las entrañas, que
favorece nuestro potencial por nuestra propia vida
interior, personal, y por la solidaridad con los otros.
Quedamos todos convocados de nuevo para la Fiesta de la Madre de
Dios de la Misericordia, el miércoles 4 de mayo.
¡Muy buena Cuaresma!

Magdalena Fiol.
Ir al contenido