Los grupos que hasta ahora
cuidaban los huertos
de Mater Randa y Mater Sineu
han decidido sumar esfuerzos.
Hasta ahora,
cada taller se dedicaba
a cuidar
de su propio huerto:
los de Mater Randa
cultivaban en la casa vacacional
y llevaban los frutos
al mercado de Algaida,
mientras que los de Mater Sineu
hacían lo mismo en su pueblo.
Ahora, ambos grupos trabajan juntos
tanto en Randa como en Sineu.
Esta nueva manera de organizarse
les ha permitido compartir conocimientos,
buenas prácticas y experiencias,
pero sobre todo
ha favorecido la creación
de nuevos vínculos personales.
La amistad y el compañerismo también arraigan,
igual que las hortalizas que siembran.
Trabajar en el huerto tiene un valor añadido:
estar en contacto con la naturaleza,
respirar aire puro
y disfrutar del bienestar
que da el trabajo al aire libre.
Además, la llegada del otoño
es un momento clave:
es tiempo de preparar la tierra
después del verano,
limpiar malas hierbas,
adobar el suelo
y planificar las nuevas siembras de temporada.
Con esta iniciativa,
Mater continúa demostrando
que el huerto no solo
es un espacio de producción,
sino también
de crecimiento personal y comunitario.







