El centro ocupacional Isla ha dejado de lado sus aulas y talleres para colaborar con la conservación del ‘fonoll marí’ incautado
En el centro ocupacional Isla, de la organización Mater Misericordiae, han estado muy ocupados durante esta semana. Los usuarios y usuarias han vaciado sus aulas y talleres y se han trasladado al patio para colaborar en la conservación de los 200 kilos de ‘fonoll marí’ donados por el Seprona.
Mientras unos eligen los tallos aptos para el consumo otros preparan los botes y el envinagrado que conservará el ‘fonoll marí’ durante meses.
“Esto tiene que servir para concienciar a la sociedad. No podemos permitir que se repitan acciones como esta”, declaraba Bàrbara Mestre, directora del centro ocupacional. Con esta acción pretenden concienciar a los usuarios y usuarias, y también a la sociedad, de la necesidad de cuidar el entorno, y, a la vez, denunciar atentados al medio ambiente como el ocurrido en las zonas de Cala Lliteras y s’Olla de Capdepera, de donde procedía el ‘fonoll marí’ incautado.
Fieles a los valores que rigen la filosofía del centro -reutilizar, reciclar, respetar el medio ambiente y no malgastar- desde el centro ocupacional no dudaron ni un momento cuando recibieron la llamada del Seprona. “No podíamos dejar que se echara a perder”, afirman desde la dirección del centro. Rápidamente se coordinaron para organizar varias jornadas de trabajo en las que almacenar los 200 kilos el ‘fonoll marí’.
Para llevar a cabo la tarea desde el centro ocupacional se han comprado más de 650 botes de vidrio, 90 litros de vinagre y varios kilos de sal. Más de medio centenar de personas ha participado en las tareas de limpieza y envasado de un ‘fonoll marí’ que “todavía estamos pensando qué uso le daremos, pero no lo pondremos a la venta. Simplemente no podíamos permitir que se echara a perder”, afirman desde la organización.