En esta ocasión,
la protagonista es
María Santos,
profesional del fantástico
servicio de Limpieza
de la organización.
Su camino en Mater
se inició hace ahora
unos diez años.
La trabajadora,
de quién
los/as que la rodean
destacan su capacidad
de adaptación,
afirma sentirse «a gusto»
en la entidad,
la cual definiría con
dos bonitas palabras:
«familia» y «solidaridad».
«Mater me aporta
estabilidad y calidad de vida»,
subraya María,
que nos confiesa que intenta,
«cada día,
mejorar un poco más»
en el desempeño
de su ocupación.
En referencia a
la relación con
sus compañeras,
la profesional explica que
se lleva «bien con todas».
Además, según María,
el trato con
las personas usuarias
de la organización
es muy positivo y
éste le brinda
la posibilidad de
sensibilizarse con
el colectivo de
la diversidad funcional.
«Te das cuenta de cosas
que antes no veías»,
concluye.
¡Gracias, María!
Somos Mater.