«Miércoles de Ceniza» | Cuaresma: un tiempo para parar y respirar

El miércoles de inicio de Cuaresma, «Miércoles de Ceniza», es un día especial para todos/as nosotros/as, puesto que nos recuerda que la conversión del corazón durante esta cuarentena es aquello fundamental. Cuaresma, para nosotros/as, simboliza, por tanto, un periodo de preparación, purificación y reflexión.

Un tiempo para «parar y respirar»

Por eso, durante estas seis semanas antes de Pascua, trabajaremos este viaje interior hacia la renovación espiritual a través de estos 6 valores fraternales: naturaleza, crecimiento, agradecimiento, amistad, familia y comunidad.

Cada servicio trabajará, durante estas semanas, con la figura de un globo. Esta figura representa la metáfora de aquello que es presente durante un tiempo efímero, pero que su destino es echar a volar, para recordarnos todo lo que queremos reflexionar y renovar después de estas 6 semanas de trabajo conjunto. Los globos están divididos en 6 partes haciendo referencia a los 6 valores fraternales de Cuaresma. Cada semana, a partir de hoy, se trabajará un valor. Se podrá hacer en forma de palabra, frase, fotografía o pictograma para representar aquellas acciones que resaltamos de esa semana trabajada.

Fotografías de la celebración que se realizó en la Capilla de Mater con motivo del Miércoles de Ceniza. La música fue la máxima protagonista de la celebración.

Primera semana: El valor de la naturaleza

Esta semana nos centraremos en cómo mejorar la relación con la naturaleza.

A través de acciones concretas, expresaremos nuestro respeto por nuestro entorno natural (por ejemplo, no tirando basura al suelo, reciclando, cuidando nuestras plantas o siendo conscientes del uso que hacemos de nuestros recursos naturales, como, por ejemplo, no malgastando agua).

Segunda semana: El valor del crecimiento personal

Durante esta segunda semana, nos centraremos en aquellas cosas que nosotros/as como personas podemos cambiar. Nos referimos a comportamientos, actitudes y pensamientos que mejorarán mi convivencia con otras personas y favorecerán un cambio interior y positivo en mí como ser humano.

Con acciones tan sencillas como saludar con una sonrisa, ofrecer escucha activa o regalar un abrazo a alguien que lo necesita, estaremos trabajando este valor.

Tercera semana: El valor del agradecimiento

Esta semana tendremos presentes todas aquellas veces que podemos dar las gracias y no las damos. Trabajaremos este valor valorando las cosas positivas que tenemos y que hacen las personas por nosotros/as.

Daremos más las gracias en el taller, aquel/lla compañero/a que tiene un gesto amistoso conmigo, en la calle, aquel/lla vecino/a que me cede el paso, o aquel/lla amigo/a que se preocupa por mí y me pregunta cómo estoy…

Cuarta semana: El valor de la amistad

En esta cuarta semana, nos centraremos en qué cosas puedo hacer para mejorar y cuidar mi círculo de amistades.

Esto lo haremos, por ejemplo, invitando a nuevos/as compañeros/as a jugar conmigo, valorando lo que hacen mis amigos/as por mí, dándoles un detalle como una carta o un dibujo, aportando alegría y positividad a mis amigos/as y dejando ir comentarios negativos convirtiéndolos en críticas constructivas que me ayuden a mí como persona.

Quinta semana: El valor de la familia

La quinta semana estará dedicada a aquellas cosas que puedo hacer para mejorar mi relación con mi familia. ¿Qué acciones concretas puedo tener para estar más unido/a a mis seres queridos?

Quizás, abrazando más, besando más, ayudando más, compartiendo mis vivencias o pasando tiempos de calidad con ellos.

Sexta semana: El valor de la comunidad

La última semana estará destinada a mejorar nuestra relación con la comunidad. Nuestra identidad no solo está formada por todo lo que somos y hacemos como individuos, sino que, también, somos lo que somos gracias a la comunidad de la cual formamos parte.

Por eso, durante esta semana, tendremos gestos y acciones positivas hacia nuestra barriada, nuestro pueblo o nuestro colegio. Por ejemplo, conociendo y participando más en sus actividades, cuidando su entorno, saludando e interesándome más por aquellas personas que me cruzo a diario y aún no conozco, etc.

Finalmente, nos encontraremos de nuevo el 27 de marzo para compartir este gran trabajo de reflexión.

¡Feliz inicio de Cuaresma!

Ir al contenido