El día de hoy viene marcado por el inicio de la Cuaresma, dejando atrás la diversión que nos ha precedido. Tenemos por delante cuarenta días hasta llegar a la gran celebración de la Pascua. Durante este tiempo, podemos hacer presentes estas tres palabras: plegaria, solidaridad y ayuno. Tres prácticas religiosas que la comunidad judía tenía presentes en tiempos de Jesús.
Podemos pensar que estas prácticas nos quedan lejos después de tanto de tiempo, pero son prácticas que podemos llevar a cabo todos/as y que podrían ser un propósito para trabajarlas y hacerlas presentes.
La plegaria implica encontrar momentos para estar en silencio, para reencontrarme conmigo mismo, para escucharme, para quererme, para poder dar gracias a todas las personas que tengo a mi lado y que cada día me acompañan y me ayudan.
¡Ser solidarios! Podemos dar dinero a quienes lo necesitan, pero también podemos dar otras cosas que no sean materiales. Aquello más grande que podemos dar de cada uno/a de nosotros/as es nuestro tiempo a quien se encuentra solo/a, la alegría a aquel/la que está triste o nuestra estimación a quien necesita un abrazo o un beso.
Y, finalmente, el ayuno, aprender a decidir y saber qué es aquello que realmente necesita mi cuerpo. El ayuno, pero, no necesariamente tiene que ir ligado a la comida, podemos hacer ayuno de otras muchas cosas. Hoy en día, las pantallas nos toman mucho tiempo, podemos dejarlas en un rincón y cambiarlas por ratos de conversación y diálogo con los amigos, la familia; podemos hacer ayuno de las críticas a aquellas personas que no nos caen bien y cambiarlo por empezar a mirarlas de manera más amorosa; y, también, podemos hacer ayuno de dejar la pereza y la comodidad para convertirnos en personas activas, con ilusión y con muchas ganas de querer mejorar las cosas.
Poner en práctica estas tres palabras a veces no es fácil. Lo más importante es no desanimarnos, no enfadarnos y ser más conscientes de nuestra fragilidad y, al mismo tiempo, de saber donde podemos encontrar la fuerza para conseguirlo.
¡Que tengamos todos un buen camino de Cuaresma y que lo vivamos intensamente!