En Mater
tenemos un equipo de Cocina
muy valioso,
que trabaja cada día
con mucho esfuerzo y compromiso.
Muchas veces no les vemos,
pero su trabajo
es imprescindible
para que todo funcione bien en la entidad.
Este equipo
prepara,
con mucho cuidado y profesionalidad,
los menús diarios
que se sirven
en todos los servicios de Mater
y en la residencia Verge de l’Esperança,
equipamiento de las Franciscanas Hijas de la Misericordia.
También se encargan de los cáterings
en eventos
y celebraciones especiales.
Por todo eso, merecían
un plan especial este verano:
una actividad fuera de las cocinas
para salir de la rutina
y reforzar los lazos como equipo.
Gracias al apoyo de otros servicios,
el personal de cocina
pudo disfrutar de una jornada de equipo
en un parque acuático.
Participaron jefes de cocina,
cocineros/as
y operarios/as,
que hicieron una gincana divertida
para reír,
fortalecer vínculos
y conocerse mejor.
Fue una experiencia
para recordar que:
- Cada persona del equipo es importante.
- Todas y todos aportan algo único.
- Cuando hay confianza y respeto,
se consiguen grandes cosas.
Gracias, equipo de Cocina,
¡por cuidar cada detalle
y por alimentar, con vuestro trabajo, el alma de Mater!