Las personas que viven en la residencia de Mater
y participarán en el próximo Campamento de verano
ya han conocido a los voluntarios y voluntarias
que las acompañarán en sa Colònia de Sant Jordi,
en la «casa de colònies» de las Hermanas Franciscanas
Hijas de la Misericordia.
Esta primer encuentro ha sido
durante una actividad divertida y diferente:
un «cáterin invertido»,
en el que el alumnado de Formación Dual de Cocina
ha guiado a voluntarios y residentes
en la elaboración de recetas.
Ha sido una actividad para divertirse,
pero también para empezar a crear vínculos.
Personas voluntarias y usuarias
han trabajado juntas,
colaborando y aprendiendo las unas de las otras.
Ha sido una primera semilla de conexión humana
que hará florecer el Campamento de verano.
Primera sesión informativa
La visita de las personas voluntarias a Centro Mater
también ha servido
para ofrecerles información básica del campamento.
La hermana Catalina Rosselló
les ha animado a participar con corazón y alma en la experiencia,
de la que la primera porción ha sido el taller de cocina.
Una porción de lo que representa el espíritu del campamento:
personas diversas que se encuentran,
se conocen
y construyen, juntas, una experiencia transformadora.
También han participado voluntarias veteranas,
que han explicado cómo vivieron el campamento años atrás.
Una de ellas ha sido la hermana Margalida Mateu,
quien durante tres décadas impulsó esta actividad.
A ella,
a las personas voluntarias de esta edición,
a las encargadas de la organización
y a los residentes que disfrutarán del campamento,
muchas gracias por esta sencilla jornada
que ya ha dejado un gran impacto.